jueves, 20 de agosto de 2015

Hablemos de rock y otros vicios

La edición numero 21 del festival rock al parque, llevado a cabo en el parque Simón Bolivar de la ciudad de Bogotá, se puede contar como uno de los peores organizados en logística y seguridad, aplausos y ovaciones se lleva la organización del evento y se dejan a un lado temas tan importantes como los controles policiacos, el excesivo consumo de sustancias psicoactivas, y el mal comportamiento de varios asistentes.

El primer Día en el festival comienza con fácil ingreso, los controles policiacos se redujeron al mínimo, anteriormente hacían entrar con los zapatos en las manos, y se pasaba por tres requisas, en esta ocasión fue una requisa y ya se estaba dentro del festival, cosa que alegraba por la agilidad del ingreso, pero al tiempo preocupaba por la seguridad en general del evento; una vez a dentro siempre es abrumante el tamaño de la plaza de conciertos, con el sonido retumbando, al entrar estaba una de las grandes presentaciones, lastimosamente a las dos de la tarde cuando tan solo 1/4 del escenario plaza se encontraba ocupado, Nekromantix nos regaló un show inolvidable lleno de muy buena música, disfrutado por el publico asistente, pero lastimosamente no por todo el aforo del festival, sin lugar a duda, un show que espero poder volver a ver, sonido impecable gozaron los de Nekromantix, aún cuando el micrófono se apago en dos ocasiones, y los asistentes no cantamos prácticamente nada pero saltamos a lo que nos dieron los pies; eran las dos de la tarde y entre el publico ya se veía gente pasada de tragos y drogas, esta vez, la gente del " Guaro, Guaro,Guaro" empezó a trabajar desde temprano,  fuera lo que vendieran, parecían tener suficiente para todos los asistentes, y los distribuidores de alucinógenos en esta ocasión se pusieron más densos, ya no fue solo "Cripy, Cripy, Cripy" sino que a su lista de ofertas añadían, pepas, ácidos, he incluso perico; puede que esto no sea una novedad como tal pero si fue alarmante la cantidad de personas que ofrecían este tipo de sustancias, si fueron capaces de poner la carpa de " Pongale mente" y "Zona de recuperación" (Campaña que me parece buena, para que todo se haga bajo conocimiento y responsabilidad) les sugiero que pongan una zona de no consumidores, y así los que no consumimos no tengamos que fumar mas de 20 porros por el solo hecho de asistir a oír musica.



La espera entre la finalización del show de Nekromantix y el montaje de triple x no fue mucho, justamente lo necesario para el show, que iban a dar, lleno de explosivas guitarras, letras irreverentes, y mucha energía por parte del publico, los grandes pogos cobraron vida con el retumbar de la banda, un show que deja exhausto a cualquiera, con ganas de más pero al tiempo con ganas de ir a tomar algo,  la zona de comidas suele ser fuertemente criticada por sus precios, a comparación del año pasado estaban mucho más asequibles, pero la gente lo que pretende es tener el perro de $2000, y no tienen en consideración que las personas que están allí están pagando un arriendo y necesitan sacar ganancia, los de los carros de afuera no pagan lo que los que adentro si; la cerveza este año subió de precio y le redujeron el tamaño, ahora que lo ven rentable, la bebida energizante que se veía por todos lados, se mantuvo, y el agua esta vez se podía conseguir en unos diminutos puestos de hidratación, que se deberían hacer más visibles, pero como a todos nos gusta "al gratin" y estaba de calidad aún cuando la servían directo de la llave,  pero por las cantidades tocaba visitarla repetidamente o solicitar más de una vez para poder saciar la sed, este año, hubo menor presencia de marcas, cosa que le hace mucha falta al festival para que cobre aún más vida, después de haber recobrado energías de vuelta a los escenarios.




La propuesta del festival de abrirse a diferentes géneros, es bien recibida por muchos de los asistentes y el escenario Eco está repleto viendo a la explosiva combinación de Dub de Gaita, quienes reciben el atardecer de una manera calurosa; rodeado de todo tipo de personas; vemos como en el escenario desaparecen todos los instrumentos, se monta lo que parece una mesa llena de cables, se pone un micrófono y dos percusiones eléctricas,  El dúo Mitú  sale a escena generando cierto furor encantador y una curiosidad enigmática y electrizante por parte de los asistentes, Hablándonos en un dialecto desconocido pero autóctono de Colombia, los bits hipnotizan a la audiencia haciendo elevar las grandes bocanadas de humo de marihuana y otras sustancias, eclipsando miradas y elevando experiencias sensoriales para muchos, al ritmo de Mitú caía el sol en rock al parque, dandole vida a la noche y dejándonos agradecidos por un gran show.




El Lunes inicia con una fila interminable, gracias a la mala logística donde la entrada por la 63, se estaba realizando de a una persona por genero (Hombre/Mujer), al verse colgados nos mandaron a los que andábamos en señora fila a darle la vuelta al parque para entrar por otra parte, en el otro lugar el ingreso estaba atestado de gente pero ingresaban más personas por puesto de control, aún cuando eran fácilmente evitables, y lo pude comprobar con experiencia entre caminando sin que me requisaran una vez, no por haber evitado los controles, sino por que del afán lo mandaban a uno de largo, quien sabe cuantos pasaron de largo entrando variedad de quien sabe que, desde chitos hasta perico.

La primera banda que veo, es Rocka en el escenario Eco, un show con un derroche de energía impresionante, con una entrega por parte del vocalista a sus fans, y con unos covers muy bien recibidos del sie7e y de metalica, un espectáculo con mucha fuerza, y algo doloroso para los que estábamos cerca y caímos en la avalancha hacía Julian, grandes pogos y gente saltando sin parar, un show con suficiente energía para comenzar el día pero realmente agotador.





Después de una breve hidratación, era hora de comer algo, optando por uno de los combos ofrecidos, había para todo gusto y de todo tipo, caros y baratos, en medio del almuerzo, la compañía Ainjaa, da un breve recorrido por el sector retumbando con sus percusiones en varias ocasiones, desde lejos escuchando a los cafres que sonaban de maravilla.



Con la finalización de la presentación de los cafres, el escenario plaza se comienza a vaciar, oportunidad perfecta para hubicarse lo mejor posible para ver lo que se avecinaba en el escenario plaza, Yoko, da un show que musicalmente es interesante pero que lastimosamente vocalmente deja mucho que desear, y algunas de las letras se pasan de sosas, pero siempre dando buena energía y apoyando lo nacional; con una hora de retraso comparado con el itinerario, sale una de las bandas más esperadas por mi, Vetusta morla aun cuando no son realmente grandes en Colombia, lo entregaron todo en su presentación,  lastimosamente gozada por unos cuantos, aún no se genera esa cultura de disfrutar de la música aún cuando es desconocida,  pero se cumplió con el deber de gritar, cantar y saltar.

Diamante eléctrico, dio un show lleno de rock, que debió callar a muchos de los que dudan de su talento, hipnotizantes guitarras con acordes ácidos llenos de sentimientos, permitieron aflorar una gran cantidad de sensaciones desaforadas que purgan malos ratos, aún con tanta gente estática dentro del público, se coreo y se bailo que se pudo, pero se sintieron todas las canciones cosa que agradezco mucho.

Cierto espíritu desesperado se notaba dentro del publico por las ansias de ver a Sum 41 en el escenario, una prueba de sonido que pareció eterna y bastante inútil porque la voz sonaba muy mal, desaforaron en muchos ese sentimiento impulsivo de empujar hasta no dar más, dejándonos a los que estábamos cerca a las bardas realmente sofocados,  y cuando decían por favor no empujen más, el y las gaminas decían, "ay severa flor, para que viene si no aguanta" ,  el hecho está en respetarnos los unos a los otros, y considerar que somos miles de personas en un mismo espacio y todos tenemos el mismo derecho, no por que usted quiera ver a una banda significa que tenga que dañar, lastimar o incomodar a otras personas para que logre verlos; En medio de la lata de comida prensada que éramos muchas personas , la euforia se sentía y se olía,  los desmayos comensaron a suceder cada vez más frecuentemente, iniciando con varias canciones algunas desconocidas y otras no tanto,  elevando el suelo del Simón Bolivar, inicia un show esperado, pero que no inicia con la fuerza necesaria para calmar las ansias del público, tras unos covers de metalica, la audiencia por fin logra explotar en esa nube de sensaciones desaforadas, y le damos rienda suelta al deleite del salto y el grito, culminando su show, con sus más grandes éxitos, y un simple Bye, da punto final a lo que muchos esperaban desde hace años, pero que parecía no ser suficiente, y no cantaron la que más esperaba, pero sin duda un show inolvidable para todos los asistentes, un chulito más a la lista de bandas de los 2000s que tocaron en Colombia.





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